miércoles, 21 de mayo de 2025

MADRID: AURORA CLARA / One for the Road


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Aurora Clara regresa con su cuarto álbum, bautizado directamente IV, un trabajo que confirma la singular alquimia sonora que define a esta formación madrileña. Lejos de encasillarse, el quinteto liderado por el guitarrista Raúl Mannola continúa explorando las fronteras de la música, tejiendo un tapiz donde el rock progresivo se abraza con la improvisación jazzística, la pasión del flamenco y los ecos de músicas del mundo. Sin embargo, en este nuevo periplo, la banda parece acentuar su lado más visceral y terroso, ofreciendo una experiencia menos pulida y más «raw», tal como ellos mismos definen su propuesta.

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IV no es un disco para oídos perezosos. Requiere una escucha activa, dispuesta a dejarse llevar por las intrincadas estructuras y los cambios de ritmo inesperados. Las influencias sonoras, lejos de diluirse, se entrelazan con una naturalidad sorprendente, fruto de las diversas procedencias y bagajes musicales de sus integrantes. El flautista Juan Carlos Aracil, pilar fundamental desde los inicios, sigue demostrando una versatilidad asombrosa, capaz de transitar entre melodías de raíz flamenca y pasajes de corte más jazzístico con una fluidez envidiable. La base rítmica, ahora consolidada con la energía del joven baterista Miguel Díaz y el sólido bajo del brasileño Nill Oliveira, proporciona un cimiento robusto sobre el que se edifican las complejas armonías y los solos inspirados.

Si bien la sombra de los grandes del jazz-rock de los setenta (Mahavishnu Orchestra, Return To Forever) sigue planeando en algunos pasajes, Aurora Clara no cae en la mera imitación. En IV se percibe una búsqueda constante de su propia voz, una identidad que se forja en la crudeza de su sonido y en la honestidad de sus composiciones. Los temas, en su mayoría instrumentales, transmiten una energía palpable que invita al movimiento y a la inmersión en su universo sonoro.

Resulta especialmente interesante la forma en que la banda integra elementos improvisatorios, capturados en el estudio con una frescura que se agradece. Estas introducciones espontáneas, junto con la ejecución precisa de las complejas partes grupales, revelan la química y la complicidad musical que existe entre sus miembros. La inclusión de dos temas nacidos en las jam sessions del desaparecido Rock Palace, con un aire más funk/rock/indio, añade una capa extra de dinamismo al álbum.

Quizás, la mayor virtud de Aurora Clara reside en su capacidad para desafiar las etiquetas. Conscientes de la dificultad de encajar en un mercado musical cada vez más segmentado, la banda abraza su eclecticismo como seña de identidad. Su propuesta, a medio camino entre la sofisticación del jazz y la contundencia del rock, aderezada con pinceladas flamencas y aromas orientales, se erige como un soplo de aire fresco en un panorama a menudo predecible.

En un momento donde la oferta musical es abrumadora, Aurora Clara se diferencia por su autenticidad y por la audacia de combinar influencias aparentemente dispares sin caer en la imitación. IV es un testimonio de la riqueza que surge del encuentro de diferentes culturas y sensibilidades musicales. Es un disco que demanda atención, pero que recompensa al oyente con un viaje sonoro estimulante y lleno de vitalidad. Si buscas una experiencia musical que escape de los clichés y que te inyecte una buena dosis de energía, no dudes en sumergirte en el universo de Aurora Clara.

fuente: diariofolk

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