Al frente de su más reciente agrupación, el Alejandro Bruschini Octeto, el músico argentino Alejandro Bruschini asciende un nuevo peldaño con su trabajo discográfico Incertidumbre, un título que es una referencia explícita a lo complejo que resulta hoy en la Argentina gestar nuevos proyectos musicales, sobre todo en el tango.
El concepto musical de este álbum es interpretar clásicos del tango con arreglos propios y también composiciones de Bruschini con un criterio camarístico, apuntando a un tango de concierto, pero sin perder por ello la esencia tanguera.
Su primer contacto con la música se debe a la gran afición de su padre al flamenco. En 1978 formó el grupo de rock progresivo andaluzCai con el que grabó tres discos que combinaban el rock sinfónico con el jazz fusión. Tras la disolución del grupo en 1982, Chano integró la formación sevillana-gaditana Hixkadix con la que ganó la Primera Muestra Nacional para Jóvenes Intérpretes celebrada en Palma de Mallorca en 1986.
Durante el final de la década de los 80 y principios de los 90 desarrolló su trabajo en pequeños locales y realizó varias colaboraciones con artistas como Javier Ruibal o Ana Belén o Tito Alcedo, junto a quien firmó el disco Memorias.
En 1992 formó un trío de jazz con Javier Colina y Guillermo McGill que ganó el Primer Premio en la Muestra Nacional de Jazz para Jóvenes Intérpretes en Ibiza y con el que grabó Chano, su primer disco firmado en solitario; Hecho a mano e Imán.
Se ha erigido como uno de los principales músicos de jazz flamenco y jazz latino y ha colaborado regularmente con artistas como Martirio, Horacio Fumero, David Xirgu, Alexis Cuadrado Henry Cole y Javier Colina y sellos discográficos como Nuba Records, Sunnyside o Altafonte. Fue el único músico español en la película de Fernando TruebaCalle 54, dedicada al jazz latino.
Desde 2014, reside en Brooklyn, Nueva York. En 2020 recibió el Premio Nacional de Músicas Actuales.