Hay grupos capaces de mantener un vínculo directo con el territorio sin quedarse atrapados en la nostalgia. Aulaga Folk pertenece a esa estirpe: músicos que han hecho del Valle del Ambroz un punto de partida para explorar la tradición extremeña con la mirada puesta en el presente. Más de un cuarto de siglo de andadura les ha permitido forjar un lenguaje propio, reconocible y en constante movimiento, donde la memoria popular convive con una energía sonora que sigue siendo tan fresca como el primer día.
Con A primera vista, la banda celebra estos 26 años de viaje musical proponiendo un recorrido emocional por Extremadura de norte a sur. El álbum funciona como un cuaderno de campo sonoro donde historias, ritos y voces anónimas resurgen con nuevos colores gracias a unos arreglos que combinan instrumentos tradicionales con una producción actual, directa y sin artificios. El resultado es un folk vitalista, compacto e identitario.
El primer adelanto, La Fermina de Fragosa, resume bien el espíritu del disco. Aulaga Folk recupera un relato transmitido oralmente en Las Hurdes —documentado por Félix Barroso— y lo transforma en una pieza luminosa, casi cinematográfica, que revive la fiesta de San Blas y el recorrido de los danzantes por las alquerías hurdanas. La figura de “La Fermina”, caricaturizada antaño en una copla burlesca, cobra ahora una nueva dimensión simbólica: representa a todas esas personas anónimas que han sostenido la cultura popular con su memoria. Es un homenaje sincero a quienes han mantenido encendida la llama del folclore.
El disco incluye también temas vinculados a diferentes localidades extremeñas —La Garganta, Acehúche, Montehermoso, La Fragosa u Olivenza—, cada una con su propia sonoridad y carácter. Entre los momentos más llamativos destaca Los paladines de la Encarnación, una lectura contemporanea de una de las piezas más queridas en Torrejoncillo, inseparable de la tradición de La Encamisá. La banda se permite aquí un giro más contundente, demostrando que sus raíces no están reñidas con la potencia.
En un movimiento que subraya su curiosidad y amplitud de miras, Aulaga Folk incorpora también tres joyas del repertorio segoviano recopilado por Agapito Marazuela: La cigüeña, las Seguidillas del laurel y La Ronda Segoviana. Son versiones valientes, con arreglos que respetan el espíritu original pero dialogan sin complejos con el sonido propio del grupo.
A primera vista es, en definitiva, un disco que reafirma a Aulaga Folk como una formación imprescindible dentro del folk ibérico contemporáneo. Su capacidad para transformar la tradición en algo vivo, cercano y profundamente evocador demuestra que la raíz, cuando se trabaja con rigor y cariño, sigue siendo un territorio fértil e inagotable.
fuente: diario folk
No hay comentarios:
Publicar un comentario