El mayor éxito de los hermanos franceses Isaac et Nora es 20 años, un bolero cuyo video ha sido visto en YouTube casi ocho millones de veces desde 2020. Originalmente, Nicolás, su padre lo compartió en redes para su familia y amigos; pronto, la versión del trío (Nicolás en la guitarra, Isaac en la trompeta y Nora en la voz) se viralizó.
Hoy, Isaac tiene 15 años y Nora 11, luego de interpretar canciones como Luz de luna, Lágrimas negras, El cuarto de Tula, Caballo viejo, o Dos gardenias (la reciente colaboración con el dueto mexicano Daniel me estás matando), presentan Premières Chansons, su primer álbum original; el título es un guiño a su país, el idioma sigue siendo un español de tierna dulzura en la voz de Nora.
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Con este álbum, iniciaron una gira en abril pasado por América Latina, que llegará a México este 3 de mayo, procedente de Chile, Argentina y Perú; su paso por nuestro país inicia en la Feria de San Marcos; el viernes 5 van Guadalajara, el domingo 7 se presentan en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y el 13 de mayo en Cuernavaca.
El trío, que también ha grabado covers de Hasta la raíz de Natalia Lafaurcade y Tu falta de querer, de Mon Laferte, así como la canción boliviana Collita, entre otras, conservan la misma musicalidad de sus grabaciones anteriores, para los temas de su primer álbum inédito.
Todo empezó como un juego, relata en entrevista Nicolás. “Soy músico aficionado, tenemos instrumentos en casa y no es que les dijera a los niños ‘vamos a hacer música’. Isaac tenía ocho años y curioso, como cualquier niño, empezó a explorar en la trompeta y entonces, aunque no tenía un gran conocimiento, empecé a enseñarle. Nora, que tenía cuatro años, se puso celosa de que pasara más tiempo con su hermano y quería participar, pero era muy pequeña para empezar con un instrumento.
“Ahora estamos llegando a una etapa donde los niños van a necesitar un poco de teoría, pero desde el principio hasta hoy, nos hemos enfocado sobre todo en encontrar canciones que nos gustan y que disfrutemos tocar”, explica Nicolás a propósito de su segunda gira en América Latina, resultado de la popularidad que tienen en redes sociales.
“La idea de los videos fue de nuestros padres, ellos querían guardar recuerdos de nosotros tocando, un poco como tomar fotos”, comparte Nora, mientras su padre agrega que no tenían intenciones de hacer una carrera; “era un contenido gracioso, su mamá y yo no quisimos mostrar que eran unos virtuosos o algo así, pero sí estábamos bastante orgullosos de los niños y por eso abrimos la página de Facebook, pero jamás pensamos que se volviera viral, era algo para los amigos, muy familiar, sin ninguna pretensión, nos sorprendió y todavía estamos muy sorprendidos del éxito que tuvimos”.
Isaac cuenta que en estos años su interés como instrumentista ha ido creciendo, “toco la trompeta, guitarra, pero también un poco de bajo, batería, algunas percusiones menores, me gusta descubrir nuevos sonidos”, y para esta gira por primera vez toca un tema con la guitarra eléctrica.
Y mientras Nora explica que cantar en español es simplemente un gusto, “como comer sushi, aunque no tengas raíces japonesas”, Nicolás admite que “me encantaría contarte una historia como que tuve una abuela que se casó con un mariachi, pero de verdad tenemos que agradecer a internet porque gracias a las plataformas es posible escuchar música de cualquier parte del mundo y así hemos ido descubriendo las canciones que interpretamos”.
De gira en el recorrido más largo de su carrera, que termina en nuestro país, este proyecto aún conserva su dinámica familiar en Francia. “Lo que más nos gusta es dar conciertos, el contacto con la gente, no tiene nada que ver con las redes sociales, darse cuenta que no sólo somos un grupo que recibe muchos likes en redes sociales, sino que en la vida real hay personas que te dicen cosas adorables, lo que nos hace muy felices”, dice Nicolás.
“En Francia tocamos en mercados de artesanía, en sitios pequeños de vez en cuando. Espero que no salga en Francia esta entrevista, pero para nosotros el público de América Latina no tiene nada que ver con el de Europa, son mucho más cálidos, y al final, en Francia no somos tan famosos, incluso en nuestra región, nos conocen como vecinos, antes del éxito; como papás nos gustaría poder quedarnos tranquilamente en Francia y dejar fuera del país los conciertos, tomar fotos en la calle, eso que viene con la fama, que nos gusta mucho, pero creo que es muy importante, sobre todo para los niños, poder vivir como lo hacíamos antes, con mucha sencillez, por eso hasta ahora no tenemos muchas ganas de tocar en Francia, ser famosos, justamente para poder ir de compras sin que nadie nos reconozca, esa vida es un lujo también”.