domingo, 6 de julio de 2025

EXTREMADURA: ACETRE / Canto de la Manzana


Cantos Veniales – Acetre

02/07/2025 - Carlos Monje
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Acetre
Cantos Veniales
Autoeditado 2025
4

Tradición, riesgo y poesía popular desde la raya ibérica

En su duodécimo álbum, Acetre vuelve a demostrar por qué es uno de los pilares esenciales del folk ibérico contemporáneo. Cantos Veniales no es solo una colección de canciones tradicionales extremeñas y portuguesas: es un manifiesto estético, una invitación a entender el folclore como un campo fértil para la exploración sonora, sin perder jamás el respeto ni la raíz.

Grabado en Olivenza y producido por José-Tomás Sousa y Víctor Asensio, el disco traza un mapa emocional por los paisajes de la memoria colectiva, desde las verbenas y romerías hasta los cafés de los años 30 y las rondas amorosas bajo la luna de La VeraAcetre ha sabido vestir cada una de estas piezas con una sonoridad rica, valiente y diversa, donde conviven instrumentos tradicionales como el laúd, la gaita o el bouzouki con otros menos esperados en este contexto como el saxofón, el ukelele o la batería.

La selección del repertorio no puede ser más acertada: desde el festivo y ritual Canto de la Manzana (Guijo de Granadilla) hasta la melancólica A Fontañeira, cantada en el portugués rayano que aún se escucha en los caseríos fronterizos. Hay espacio para la sátira burlona en El Duende, el lirismo en Hermosa Mujer (Vals de Campanario) y hasta un fado reinventado –Fadinho– donde la saudade se cuela por los resquicios del acordeón y las armonías vocales.

Uno de los grandes aciertos del disco es su tratamiento tímbrico y rítmico. Las influencias mediterráneas y atlánticas están presentes no solo en los arreglos armónicos, sino también en los ritmos y en la manera de frasear las melodías. La banda se permite jugar con texturas más modernas –guitarras eléctricas, loops percusivos, capas de voces– sin por ello empañar la esencia tradicional. De hecho, la contemporaneidad actúa aquí como un medio de conexión emocional, no como un disfraz.

La interpretación vocal es otro punto a destacar: Ana Jiménez y Nandy Cassal aportan matices, fuerza y ternura según lo requiera cada pieza. La dirección musical de Sousa garantiza que cada tema conserve su singularidad estilística, evitando uniformidades, pero manteniendo un hilo conductor muy sólido.

En La Solfa Pintora, por ejemplo, la misteriosa letra del estribillo se envuelve en una atmósfera casi onírica que roza el folk psicodélico, mientras que en La Burrina, con su trasfondo humorístico y su origen en la Java parisina, el grupo se luce en una interpretación que equilibra lo teatral y lo danzable.

Más allá de la ejecución, Cantos Veniales emociona por su intención: celebrar la tradición desde una óptica abierta, libre y sin nostalgia paralizante. Su título no es casual. Son cantos veniales, es decir, perdonables, sí, pero también cotidianos, humanos, falibles y verdaderos. No es un tratado académico del folklore, sino una celebración afectiva de sus múltiples rostros.

Acetre ha entregado un trabajo profundo, elegante y valiente. Un disco que honra el pasado sin miedo al presente, que reescribe el mapa del folk desde una Extremadura fronteriza y creativa. Un álbum que no solo se escucha: se baila, se canta y se agradece.

fuente: diario folk

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